jueves, 17 de enero de 2013

ANIVERSARIO - Súperman cumple 75 y ni piensa en jubilarse

Es difícil ser el hombre más poderoso del mundo. Alguien supo decir que “un gran poder implica una gran responsabilidad” y es cierto. Siempre ha sido así: es arduo y hasta doloroso cargar con el peso constante de la humanidad sobre la espalda y no sólo eso, porque la humanidad nunca viaja sola. Junto a ella vienen las nociones del bien y el mal, de la justicia, de la libertad, todo eso agravado por las contradicciones que impone el mismo ser humano. El hombre más poderoso del mundo sabe que las reglas rotas son tentadoras, que no hay nada más placentero que la injusticia, el sueño inconfesado de los moralistas, lo que todo el mundo reprime con mayor o menor fuerza. El hombre más poderoso sabe que se es justo por autoimposición y que la libertad es esencialmente injusta. Que si todos fueran realmente libres y defendieran la libertad al modo americano (es decir con la fuerza de lo impuesto), cada libertad necesariamente representaría la invasión y negación de las libertades ajenas. Y por lo tanto sería injusto.
De todas esas paradojas y dificultades conoce el hombre más poderoso del mundo y la carga es insoportable. Sobre todo cuando se está a punto de cumplir 75 años y uno ya no es el mismo. Aun fuerte pero siempre solo, el hombre más poderoso debe persistir en la lucha. Su gran responsabilidad.
Ese hombre no es ni Obama ni Bill Gates, ni el dueño de una corporación petrolera; tampoco Guillermo Moreno y mucho menos Héctor Magnetto (aunque tiene apellido de X-Men): se trata de Superman, el hombre de acero. Resulta difícil de creer que aquel chico nacido en el desaparecido planeta Kryptón, salvado por sus padres y llegado en una cápsula espacial hasta la Tierra (o los Estados Unidos), donde es criado como un hijo por una pareja de granjeros, sea hoy un abuelo de 75 años. Aunque, nobleza obliga, hay que reconocer que son tres cuartos de siglo muy bien llevados. Sí: el popular personaje de historieta, padre de todos los superhéroes, cumple este año 75 y aunque le han tocado tiempos mejores, hay que reconocer que, ciertamente, también los ha tenido peores. Mucho. 
Aunque todavía nadie ha declarado a 2013 el “Año Superman”, en diferentes convenciones y festivales de historieta ya se organizan festejos y actividades alusivas al importante aniversario. Eso sin mencionar su regreso al cine, tras 7 años de ausencia obligada por el débil rendimiento (artístico y económico) de la última película realizada con el personaje como protagonista (Superman regresa, dirigida por Bryan Singer y el desaparecido en acción Brandon Routh en el papel principal). En lo inmediato (o casi) el emblemático superhéroe será una de las estrellas del 31 Salón de Cómic de Barcelona, que se realizará del 11 al 14 de abril. Allí se organiza una exposición que recorrerá la historia del personaje y reunirá originales de algunos de los muchos autores que lo han dibujado. En cuanto al film El hombre de acero, dirigido por el especialista en adaptación de historietas Zach Snyder (director de las versiones cinematográficas de modernos clásicos como 300 y Watchmen) y producida por Christopher Nolan, el hombre trás el exitoso renacimiento de Batman, su estreno está programado para el 13 de Junio en la Argentina. El personaje será interpretado esta vez por el poco conocido actor inglés Henry Cavill.
Superman fue creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, y su primera tira publicada en junio de 1938, en el número lanzamiento de la revista Action Comics, cuyo precio de tapa era de 10 centavos: hace poco uno de aquellos ejemplares fue vendido por internet en 1 millón de dólares. El dato muestra el valor simbólico que el personaje fue acumulado en estos 75 años, en los que se convirtió en uno de los íconos de la cultura y el ideario norteamericano. En ese lapso Superman cambió 25 veces el logo que lleva impreso en el pecho de su traje (una letra S color rojo encerrada en un diamante de fondo amarillo), y también asiduamente su rostro, siendo el más popular de ellos el del actor Christopher Reeve, quien lo interpretó en cuatro películas entre 1978 y 1987. 75 años en los que hasta decidió dejar su trabajo como periodista cuando el Daily Planet, el diario para el cual trabaja, fue absorbido por un emporio multimedios, y fue acusado injustamente de ser mufa, en vista de las desgracias ocurridas a los actores que se calzaron su traje . 75 años sacándose la camisa y los anteojos que, al revés que el resto de los superhéroes, ocultan su verdadera y poderosa personalidad tras la piel de un ciudadano común. 75 años defendiendo la justicia y la libertad, siempre del lado de los buenos. Ante la reciente noticia de que la opulenta multinacional Warner acaba de ganarle un juicio a los herederos de Siegel y Schuster por la explotación del personaje, habría que ver de qué lugar elegiría ponerse y cuál el criterio de justicia y libertad que defendería en este caso Superman, el hombre más poderoso del mundo que hace rato entró en la tercera edad.

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo Argentino.

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