domingo, 15 de noviembre de 2015

LIBROS - Encuentro de Editoriales Franco-Argentinas de Literatura Infantil y Juvenil en el FILBITA

Dentro del marco de las actividades de la presente edición del Festival de Literatura Infantil y Juvenil Filbita, se desarrollaron durante este jueves y viernes los Encuentros Editoriales Franco-Argentinos de Literatura Infantil y Juvenil. Organizado por la Embajada de Francia, el Institut Français d’Argentine, la Oficina Internacional de la Edición francesa (BIEF) y con el apoyo de la Alianza francesa, los mismos tuvieron como objetivo que los profesionales franceses y argentinos dedicados a la industria del libro compartieran visiones editoriales, realidades de mercados y cruzaran puntos de vista e ideas creativas acerca de políticas y acciones futuras.
Una de las consecuencias del buen momento que la industria editorial vive en la Argentina desde hace una década, es la relevancia que han tomado los productos destinados al segmento infantil y adolescente. Por eso no llama la atención que estas jornadas hayan tenido un espacio en la grilla del Filbita. Pero estos encuentros no celebran solamente el auge de esta literatura, sino que tienen como principal objetivo fomentar intercambios durables entre profesionales de ambos países. Por eso tal vez la voz de Jean-Guy Boin, director del BIEF, una de las entidades organizadoras, puede ayudar a entender el objeto de estas jornadas. "Nosotros consideramos que la edición es una industria cultural y nuestro trabajo no consiste en juzgar el contenido de los libros", confirma Boin. "Para nosotros son importantes tanto aquellos libros para chicos, como los que se presentan acá en el Filbita, pero también el resto, sin hacer diferencias a partir de su capacidad inserción en los mercados", completa la idea. "Para nosotros lo más importante es tratar de hacer llegar los libros escritos en francés a públicos no francófonos, que es la mayor parte del mundo. Se trata de hacer que la cultura francesa sea accesible a otras culturas diversas de la nuestra, así se trate de literatura o de otras temáticas, como por ejemplo la cocina, la filosofía o la antropología. No tomamos una posición estética o ideológica en nuestro trabajo, sino que todos los libros son importantes."  

-A partir de eso, ¿Qué fines prácticos específicos tendrían este tipo de encuentros para esa labor que llevan adelante?  
-Nos permite informarnos acerca de la forma en que trabajan los editores argentinos y también acerca de los gustos de sus lectores. Es muy importante para presentar a nuestros editores e intentar establecer cuáles de sus obras conviene traducir para ofrecerlas al público argentino. No se puede pensar una política de traducción de las obras francesas sin conocer las particularidades del mercado al cual estarán dirigidas. Yo conozco bien México y pienso que la Argentina, aún compartiendo la misma lengua, presenta un escenario muy diferente. Nuestro trabajo consiste en detectar esas diferencias y las particularidades de cada mercado.  
-Hablando de diferencias editoriales, ¿cuáles son las diferencias entre los mercados editoriales de Francia y la Argentina?  
-En Francia existe (y pienso que también en la Argentina) desde que André Malraux fue el primer ministro de Cultura, una posición de regulación del sector. Existe una ley de precio único, y también las leyes de derecho de autor, creadas por Pierre de Beaumarchais en el siglo XVIII. Acá en la Argentina es interesante la cuestión de no gravar impositivamente a los productos editoriales. Otra diferencia entre ambos países es el rol activo del Estado en la difusión editorial, por ejemplo adquiriendo libros infantiles para distribuirlos en escuelas y bibliotecas públicas. Esto no existe en Francia y es muy interesante, porque permite el desarrollo de pequeñas compañías de edición.
-Usted menciona la posición activa que el estado asume en la Argentina como agente de difusión cultural. Desde su lugar como director del BIEF, ¿cree que este tipo de intervención es positiva o por el contrario considera conveniente que la actividad se autorregule a partir de las reglas de libre de mercado?
-Pienso que sería un error pronunciarnos a favor de alguna de esas opciones. En Francia conocemos la alternancia entre diferentes modelos, entre Giscard d'Estaing y Mitterrand, entre Sarkozy y Hollande, pero la regulación del sector es ajena a esas cuestiones. Por otra parte Francia es un país esencialmente liberal y las reglas de nuestro sector pueden trabajarse a partir las políticas de fijación de precios o la determinación del contrato entre autor y editor. Es decir que la regulación no depende de si el Estado interviene o no, porque la regulación del sector ya existe y ha sido respetada y promovida por los diferentes gobiernos, con lo cual no es necesario que el BIEF se preocupe por eso.  

Artículo publicado originalmente en la sección Cultura de Tiempo.

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